Cómo medir la eficiencia energética en los edificios

Cómo medir la eficiencia energética en los edificios

Con frecuencia tratamos el tema de la eficiencia energética, ya que es un parámetro fundamental dentro de la filosofía de construcción sostenible de viviendas de Quorania.

Previamente, ya hemos detallado qué es el certificado de eficiencia energética, que nos da una clasificación escalada de siete letras: desde la A (edificio más eficiente energéticamente) hasta la G (edificio menos eficiente energéticamente). La clasificación energética a través de estos indicadores nos permitirá, además, conocer los motivos de un buen o mal comportamiento energético de un edificio. Tener un diagnóstico de los problemas también nos acercará a aquellos aspectos que debemos tener en cuenta a la hora de proponer soluciones de mejora.

¿Por qué es todo esto importante? Pues, entre otras cosas, porque un edificio con clasificación energética tipo A puede consumir hasta un 40-50% de energía menos que un edificio convencional.

Por tanto, está claro el interés de vivir en un edificio sostenible y eficiente energéticamente, un factor que cada vez más personas tienen en cuenta a la hora de comprar una vivienda.

¿Por qué es importante medir la eficiencia energética en los edificios?

Tanto en términos generales para la sociedad y de cara a favorecer el medio ambiente, como a nivel más individual para los consumidores, el consumo energético se ha convertido en una preocupación muy importante.

Ahorrar energía es hoy una prioridad. Por una parte, nos encontramos con que hemos basado nuestro sistema productivo en una serie de recursos que son finitos en nuestro planeta y que corren peligro de agotarse. Esto, entre otros factores ha supuesto, además, un incremento de los precios de la electricidad que, actualmente inquieta, y mucho, a los consumidores. Por eso, muchos de nosotros nos preocupamos cada vez más por la eficiencia energética de nuestro hogar, pero ¿cómo la medimos?

Factores a tener en cuenta para medir la eficiencia energética en los edificios

Hay una serie de factores que generalmente están relacionados también con el confort, la salubridad y el bienestar de las personas y que son los que tienen más peso a la hora de incrementar o disminuir nuestro consumo de energía.

  • Iluminación: un edificio con mejor orientación, que aproveche correctamente las horas naturales de luz supondrá mucho menos consumo de energía destinada a la iluminación de las viviendas y zonas comunes. La incorporación de tecnologías como la iluminación por led también puede ayudarnos en el ahorro energético.
  • Ventilación y aislamiento: debemos generar un equilibrio entre los niveles adecuados de salubridad de los espacios en cuanto a calidad del aire y el impacto energético que supone un exceso de ventilación (o un aislamiento deficiente).
  • Sistema de climatización y producción de agua caliente sanitaria: el uso de calefacción y aire acondicionado y de sistemas calentadores de agua son los primeros disparadores de gasto de electricidad en los hogares y comunidades de vecinos. Por eso es importante la instalación de sistemas de involucren energías renovables, como hace la aerotermia.

Metodología para medir la eficiencia energética en los edificios

Para medir la eficiencia energética de un edificio, se usan los indicadores de consumo anual de energía no renovable y de emisiones anuales de CO2. Es decir, la eficiencia energética de un edificio se mide en base la energía que se consume durante un año en condiciones normales de uso y ocupación de este.

Según el documento de Metodología de Cálculo de la Calificación de Eficiencia Energética ofrecido por el Ministerio de Industrial, Energía y Turismo, la metodología de cálculo deberá contemplar el cálculo del consumo de energía final hora a hora, mediante el cálculo de la demanda horaria y el cálculo del rendimiento medio horario de los sistemas que cubren las necesidades anteriormente descritas. Para el cálculo se deberá cumplir el nivel mínimo de modelización exigido en el Documento Básico DB HE “Ahorro de energía” del Código Técnico de la Edificación, aprobado por Real Decreto 314/2006, de 17 de marzo.

Además, los sistemas de cálculo de eficiencia energética de los edificios deben considerar, ya sea de un modo detallado o de forma simplificada, los siguientes aspectos:

  • Diseño, emplazamiento y orientación del edificio.
  • Condiciones ambientales interiores y condiciones climáticas exteriores.
  • Características térmicas de los cerramientos, teniendo en cuenta la capacidad térmica, el aislamiento, la calefacción pasiva, los elementos de refrigeración, los puentes térmicos, etc.
  • Sistemas solares pasivos y protección solar.
  • Instalaciones térmicas de los edificios individuales y colectivas (calefacción, refrigeración y producción de agua caliente) y sistemas de calefacción y refrigeración urbana; incluyendo las características de aislamiento de tuberías y conductos.
  • Ventilación natural y mecánica
  • Instalación de iluminación interior artificial.
  • Iluminación natural.
  • Sistemas solares activos u otros sistemas de calefacción o producción de electricidad basados en fuentes de energía renovables.

La medición de todos estos datos nos devolverá unos valores finales de consumo de energía, medidos en kilovatios hora por metro cuadrado y en kilogramos de CO2 por metro cuadrado de vivienda.

El certificado energético es imprescindible para comprar o vender una vivienda

El cálculo de la eficiencia energética de un edificio no es solo importante por un tema de sostenibilidad y ahorro en la factura de la luz.

Cuando se construyan, vendan o alquilen edificios o unidades de éstos, el certificado de eficiencia energética o una copia de éste se deberá mostrar al comprador o nuevo arrendatario potencial y se entregará al comprador o nuevo arrendatario. Por tanto, si estamos pensando en vender o alquilar un inmueble, será obligatorio que nuestra vivienda disponga del certificado de eficiencia energética correspondiente.

La medición de la eficiencia energética de un edificio, o de una vivienda, y el correspondiente certificado a expedir, deberá ser suscrito por un técnico competente que, eso sí, podrá ser elegido libremente por la propiedad del inmueble. Generalmente, estos profesionales son arquitectos, arquitectos técnicos y aparejadores, aunque en el proceso de certificación energética el técnico competente podrá contar con la colaboración de técnicos ayudantes del proceso de certificación energética de edificios, tanto para la toma de datos, el empleo de herramientas y programas informáticos reconocidos para la calificación energética, definición de medidas de mejora de la eficiencia energética, como para gestionar los trámites administrativos y la documentación relacionada con los procesos de inspección y certificación energética.