Cómo plantar un olivo

Cómo plantar un olivo

El olivo en el Mediterráneo, una tradición milenaria

El olivo (Olea europaea) es un árbol de hoja perenne, que alcanza un tamaño medio, con una abundante ramificación, y que se vuelve nudoso al envejecer.

Pero el olivo es mucho más que un árbol, también es un símbolo de paz, sabiduría y es fruto de una extensa tradición en la región del Mediterráneo.

Con una historia que se remonta a miles de años, su cultivo ha perdurado generación tras generación, consolidándose como una de las plantas autóctonas más significativas para la cultura, la economía y el medio ambiente.

En la actualidad, el ejemplar más antiguo que se conserva está en Vouves (Creta/Grecia) y se estima que tiene nada menos que cuatro mil años de antigüedad.

El olivo forma parte de la vegetación autóctona de la zona mediterránea. Es un elemento muy importante de nuestro paisaje rural, en ocasiones incluso urbano, y representa no solo un recurso natural, sino también un emblema de sostenibilidad. Por eso lo hemos elegido como imagen para Olivera Despí, la nueva promoción de viviendas sostenibles de Quorania.

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El olivo, un árbol longevo y resistente

El olivo tiene una historia que se entrelaza con las primeras civilizaciones del Mediterráneo. Su cultivo comenzó en la región de Oriente Medio y se extendió hacia Grecia, Italia, España y el norte de África. Los primeros restos arqueológicos de olivos cultivados datan de hace más de seis mil años.

Aunque los olivos necesitan mucho tiempo para crecer, son muy poco exigentes en su cuidado. 

Para su crecimiento son ideales un clima mediterráneo con temperaturas constantes de 15° a 20°C y poca lluvia. Tolera bien el calor, aunque es sensible al frío. El olivo puede soportar temperaturas solo de hasta -8°C durante periodos cortos. En invierno, es conveniente tenerlo bajo techo, en una ubicación luminosa con temperaturas de 5°C a 10°C.

El olivo, pura tradición mediterránea 

En el Mediterráneo, el cultivo del olivo no es solo una cuestión de agricultura, sino también de tradición familiar. A lo largo de los siglos, el conocimiento sobre cómo cuidar y mantener estos árboles ha sido transmitido de padres a hijos. 

Hoy en día, muchas familias todavía cuidan de los olivos que sus antepasados plantaron, siguiendo los mismos rituales y técnicas de cultivo que se han practicado durante generaciones.

El proceso de cosecha de las aceitunas, que a menudo se hace manualmente, es un ritual que reúne a familias y comunidades. Las aceitunas no solo son un alimento, sino también el origen de uno de los productos más preciados del Mediterráneo: el aceite de oliva. Aquí, en Cataluña, contamos con hasta cinco DOP de aceite de oliva virgen: Aceite de Terra Alta, Aceite del Baix Ebre-Montsià, Aceite del Empordà, Siurana y Les Garrigues.

En muchas masías aún se sigue el proceso tradicional de prensado en frío para obtener este líquido dorado, que ha sido esencial en la cocina mediterránea durante milenios.

El olivo, conservación de los entornos naturales

Uno de los aspectos más destacables del olivo es su capacidad para prosperar en condiciones difíciles, como suelos pobres y climas secos. Esto lo convierte en un ejemplo de sostenibilidad. En tiempos donde se habla tanto de la necesidad de preservar el medio ambiente y de hacer uso de plantas que demanden menos recursos hídricos, el olivo es una opción indispensable.

Su cultivo ayuda a combatir la desertificación, un problema cada vez más presente en muchas regiones del Mediterráneo. Además, los olivos tienen una vida extremadamente larga. Pocos llegan a los cuatro mil años del ejemplar de Creta, pero son varios los que han llegado al milenio, lo que reduce la necesidad de replantaciones constantes y promueve una gestión sostenible del suelo.

Se están plantando cada vez más olivos en jardines públicos, en proyectos de reforestación y en espacios privados como terrazas y balcones. Al ser una planta autóctona, el olivo no solo aporta belleza a la ciudad, sino que también juega un papel crucial en la conservación del entorno natural de la región.

En Barcelona, tenemos un hermoso y curioso ejemplar de olivo, por su inusual altura, en el Park Güell. 

Un olivo en tu casa, tradición y sostenibilidad en tu hogar

Si te gustaría formar parte de esta tradición milenaria, cultivar un olivo en casa es una excelente manera de hacerlo. No solo estarás conectando con una historia que se remonta a miles de años, sino que también estarás contribuyendo a la sostenibilidad del medio ambiente.

Hoja de olivo

A continuación, te proporcionamos una guía sencilla para plantar un olivo en casa, ya sea en un jardín o en una maceta en tu balcón:

Cómo plantar un olivo

Antes que nada, plantar un olivo requiere paciencia. El tratamiento previo de las semillas es esencial para acelerar la germinación. 

Por eso, lo más conveniente es seguir estos pasos:

  1. Preparación de las semillas: primero, raspa o ralla las semillas con papel de lija. Esto ayudará a que el agua penetre en la semilla y active el proceso de germinación.
  2. Remojo: coloca las semillas en agua tibia durante 24 horas, cambiando el agua varias veces. Este paso es crucial para que las semillas absorban la humedad necesaria.
  3. Plantación: planta las semillas con la punta apuntando hacia arriba en un suelo de cultivo libre de gérmenes. Cubre las semillas con 0,5 a 1 centímetro de tierra, sin apretar, y mantenlas húmedas, pero sin anegarlas.
  4. Cuidado inicial: para mantener mejor el calor, cubre la maceta con un film transparente. Coloca la maceta en un lugar luminoso y cálido. Las temperaturas ideales son entre 20°C y 25°C. La plántula necesita mucha luz para crecer fuerte, de lo contrario el brote será demasiado fino y largo.
  5. Paciencia: la germinación puede tardar entre cuatro y doce semanas. 

Cultiva un olivo, transmite un legado

Recuerda que plantar un olivo es un acto de paciencia y dedicación. Y ten en cuenta, también, que una semilla de olivo es un producto natural que no tiene garantía de germinación. Son muchas las condiciones que tienen que darse para que el proceso sea un éxito. 

Pero, si lo conseguimos, si nuestra planta sale adelante, ten en mente que el olivo no es un árbol cualquiera, es mucho más. Forma parte de nuestra cultura, de nuestra tradición y supone un vínculo entre generaciones. Un olivo nos conecta con una tradición que ha perdurado durante milenios.

Con una semilla de olivo, solo estás cultivando una planta autóctona, sino haciendo germinar un legado, pasando así a ser una parte de la historia y del futuro de esta nuestra tierra mediterránea.

Olivera Despí: un proyecto inspirado la sostenibilidad

Al igual que el olivo ha demostrado ser un baluarte de la sostenibilidad en el Mediterráneo, en Olivera Despí nos hemos comprometido a crear un entorno de vida que armonice con la naturaleza y el medio ambiente. Y sí, con el compromiso de que sean hogares que perduren en el tiempo, igual que el olivo, por algo nuestra filosofía de arquitectura sostenible es built to last

Esta innovadora promoción de viviendas sostenibles se ubica en una de las zonas más codiciadas del área metropolitana de Barcelona, ofreciendo un refugio perfecto para quienes buscan una calidad de vida superior, sin renunciar a las comodidades urbanas.

Situada en Sant Joan Despí, junto al parque agrario del río Llobregat, Olivera Despí ofrece la tranquilidad de un barrio residencial mientras mantiene una excelente conexión con el centro de Barcelona