¿Cuáles son los electrodomésticos más eficientes?

¿Cuáles son los electrodomésticos más eficientes?

Hace ya tiempo que la eficiencia energética forma parte de nuestra agenda. Llegar a un consumo más sostenible de los recursos es una meta irrenunciable, pero, en los últimos meses, a esta preocupación se ha sumado el imparable ascenso de las tarifas de la luz

Del mismo modo que el certificado de eficiencia energética de una vivienda nos informa del impacto en el medio ambiente de esa construcción, los electrodomésticos llevan un etiquetado en base a la misma escala, de la A (más eficiente) a la G (menos eficiente). Conociendo cuáles son los aparatos que tenemos en casa que más consumen, podremos hacer ajustes que nos ayuden a ahorrar en la factura de la luz.

Todo cuenta en un hogar eficiente

A la hora de plantear el diseño y la construcción de nuestras viviendas, Quorania tiene en cuenta distintos parámetros que harán de tu casa un hogar sostenible

Hay un factor determinante para tu consumo eléctrico que las construcciones de Quorania te garantizan, y ese es el aislamiento de tu vivienda

Porque en el puesto más top de los gastos en electricidad en el hogar, nos encontramos el uso de la calefacción y el aire acondicionado. Por eso, además de contar con sistemas de climatización eficientes y polivalentes, como la aerotermia, es importante que las temperaturas no se nos descontrolen por ninguna fuga de aire en la construcción.

 

Hogar sostenible en Tiana


La cocina marca la diferencia del consumo eléctrico

Para analizar correctamente el consumo eléctrico en nuestra vivienda, por detrás de los sistemas de climatización, tenemos que situarnos en la cocina. Allí se encuentran los electrodomésticos que más pueden influir en nuestra factura de la luz. De mayor a menor, son los siguientes: 

 

El horno y el microondas:

el horno suele llevarse el primer premio en la categoría de electrodomésticos que más consumen, aunque hay varios trucos que te ayudarán a optimizar su uso.
Es conveniente tener en cuenta cada cocinado y adaptar tiempos y temperaturas.
En algunos casos, es innecesario precalentar el
horno, así que eso podemos ahorrarnos. Algunos hornos ya traen programas de cocinados preestablecidos que nos hacen la vida muy fácil en este sentido. También es fundamental evitar abrir la puerta. Si lo hacemos, provocaremos un desequilibrio en la temperatura que supondrá un esfuerzo extra de energía.
Aunque su consumo de energía del microondas es muy similar al del horno, la buena noticia es que su uso supone tiempos muy cortos. Aunque cuidado, cada vez hay más platos que se cocinan en microondas, así que no abusemos.
La vitrocerámica: cocinar en una placa de vitrocerámica supone un gasto de energía importante y su uso influye bastante en la factura de la luz.  A la hora de elegir una cocina nueva, es mucho más eficiente una placa de inducción. El precio es más elevado, pero su consumo eléctrico a medio plazo amortizará la inversión.

 

El frigorífico:

el gran problema no es tanto su elevado consumo, sino que deben estar en constante funcionamiento. Por eso, en este caso, es muy importante fijarse en el etiquetado de eficiencia energética y elegir uno muy eficiente.

 

La lavadora y la secadora:

las situamos en la cocina, aunque su ubicación en el hogar es muy versátil y, actualmente, muchas casas cuentan ya con un cuarto lavadero independiente. Sea como sea, lo que nos importa hoy es el consumo eléctrico y, aunque el de ambas es elevado, la buena noticia es que podemos programar su uso en las horas valle, en la mayoría de los casos.  También hay una serie de consejos que podemos seguir para  hacer la colada más sostenible.

 

El lavavajillas:

al igual que la lavadora, es interesante que programemos su uso en las franjas horarias en las que la tarifa eléctrica es más económica.

En cualquier caso, y, aunque este es el top 5 de los que más pesan en nuestra factura de la luz, es importante que revises con atención los manuales de los electrodomésticos que tienes en casa y que, generalmente, deben indicarte el consumo medio de ese modelo en concreto.


Parámetros a tener en cuenta para ahorrar energía con los electrodomésticos


El etiquetado de eficiencia energética:

actualmente, todos los electrodomésticos deben exhibir obligatoriamente su correspondiente etiqueta, así que, si vas a comprarlos nuevos, es muy fácil. Siempre es mejor elegir los clasificados con la letra A.  Más sencillo todavía: cada una de las letras va marcada con un color, siguiendo la señalética de los semáforos. En verde, los electrodomésticos más eficientes, cambiando progresivamente al rojo cuando llegamos a la letra G, mucho menos eficiente, aunque bajar de la D no es nada recomendable. 
Para aparatos de refrigeración, lavadoras, lavavajillas, secadoras, campanas, hornos, calentadores de agua, aspiradores y aparatos de aire acondicionado, dentro de la clasificación A tenemos tres categorías adicionales: A+, A++ y A+++. Hay que tener en consideración que el precio de compra de un electrodoméstico de clasificación A será más elevado que uno de clasificación G, pero, a la larga, esa diferencia de precio se compensará en los consumos eléctricos. Y el medio ambiente también lo notará. 

La franja horaria de funcionamiento:

con la nueva tarifa eléctrica debemos tener en cuenta las horas punta y las horas valle de consumo energético. Por ello, siempre que puedas, intenta utilizar los electrodomésticos de mayor gasto en las horas en las que la electricidad es más barata.  Las horas valle van desde las 12 de la noche hasta las 8 de la mañana, y las horas punta se establecen de 10h a 14h y de 18h a 22h. Los intervalos horarios intermedios se consideran horario llano.
Aunque la organización de estos horarios no parece facilitar demasiado algunas tareas, es importante tener en cuenta que, durante los fines de semana y días festivos, se adopta la tarifa valle a lo largo de las veinticuatro horas del día. 

El tiempo de uso:

aunque hay algunos electrodomésticos que tienen un consumo eléctrico muy elevado, dado que los utilizamos en períodos cortos de tiempo, es posible que apenas afecten a nuestra factura de la luz. Es el caso, por ejemplo, del secador de pelo. Del mismo modo, si el televisor de nuestra casa está mucho tiempo encendido no debemos preocuparnos en exceso, ya que su consumo es de los más bajos. Eso sí, ten en cuenta que, cuando lo apagues, lo hagas por completo. De lo contrario, ese estado de “stand-by” continuará consumiendo innecesariamente. Esto aplica igualmente, por ejemplo, para un ordenador portátil enchufado. Aunque haya acabado de cargar completamente, continuará haciendo un consumo eléctrico residual, así que utilízalo siempre desconectado de la corriente una vez la batería esté completa.

Así que ya sabemos, si este año queremos que la cuesta de enero sea un poco menos inclinada y también comprometernos con un consumo más sostenible de los recursos, debemos prestar atención a los electrodomésticos de nuestra casa. Nuestro bolsillo y el medio ambiente nos lo agradecerán.