Con la llegada del invierno y las bajas temperaturas, se acerca el momento de poner en marcha la calefacción en nuestros hogares. Este año, con las nuevas tarifas eléctricas, el ahorro energético es una preocupación añadida. Un incremento en el consumo en estos meses es inevitable, pero hay formas de que éste no se dispare. ¿Cómo podemos conseguirlo?
La temperatura constante ahorra energía
En nuestros hogares, y esto aplica también para oficinas y espacios de trabajo, lo ideal es mantener una temperatura constante que oscile entre los 19º y los 21º a lo largo del día y que, durante la noche, podemos bajar de 15º a 17º. Si pensamos que, en el exterior, estaremos a unos diez grados menos, estas temperaturas son confortables para nosotros y razonables para que nuestro sistema de calefacción no dispare el consumo eléctrico. Debemos mentalizarnos de que, durante el invierno, es mejor llevar ropa cálida en casa y ponernos un jersey, antes que correr el riesgo de llevarnos un susto en la factura de la luz. Y, este año, con las nuevas tarifas eléctricas, el susto puede ser grande.
Lo ideal es disponer de un termostato programable que regule la temperatura. Así, podremos ajustar el consumo a nuestros hábitos, evitando el riesgo de un consumo eléctrico excesivo, pero asegurándonos también de que siempre mantendremos una temperatura adecuada para nuestro confort. También es la opción más cómoda para no tener que estar pendientes de estar encendiendo y apagando la calefacción cada vez que entramos o salimos de casa.
Un buen truco para elevar la temperatura de nuestros hogares también es aprovechar el uso de otros electrodomésticos generadores de calor, como puede ser el horno. Si lo usáis con frecuencia para cocinar, una vez hayáis acabado, podéis dejar la puerta abierta para que ese calor se distribuya por el ambiente.
Sin aislamiento térmico, es imposible ahorrar energía
Cuando pensamos en viviendas sostenibles, uno de los puntos fundamentales es el ahorro energético. Pero todos los consejos de los que hemos hablado en el punto anterior no servirán de nada si nuestra casa no está convenientemente aislada. Un buen aislamiento podría reducir el consumo de calefacción hasta en un 15%. Y eso, en la nueva factura de la luz puede suponer un ahorro muy importante. Si programamos el termostato a una temperatura razonable, pero el calor se nos está escapando por esas ventanas antiguas que nos resistimos a renovar, el consumo eléctrico será irrefrenable.
Por supuesto, en casas de nueva construcción, pensamos en sostenibilidad desde el minuto uno del planteamiento, pero si nuestra vivienda tiene cierta antigüedad, debemos estar atentos a los puntos de fuga de calor con los que nos podemos encontrar. El 51% de las viviendas en España son anteriores a 1980, lo que significa que no cumplen con la normativa de sostenibilidad. Actualmente, lo que estamos haciendo en estos casos es realizar una rehabilitación sostenible de los edificios para que funcionen igual que una obra nueva.
Pero además de que, actualmente, debemos pensar siempre en que los hogares deben de ser sostenibles y tener en cuenta el ahorro energético, ya no solo por motivos económicos, sino también por respeto al medio ambiente, hay otros trucos que podemos aprovechar para optimizar todavía más esa eficiencia energética.
Aunque en invierno tenemos menos horas de luz, somos, en general, un país con privilegio de sol. Por eso debemos aprovechar las horas de luz del día para elevar la temperatura de los interiores. Lo ideal es aprovechar las horas centrales para ventilar. Con diez o quince minutos es suficiente. Del mismo modo, en cuanto cae la noche podemos reforzar el aislamiento bajando persianas y corriendo cortinas.
Los textiles en el hogar, como las alfombras, también nos pueden ayudar a aislar y, si nuestras puertas y ventanas todavía no cumplen al cien por cien las normativas de sostenibilidad, podemos reducir fugas de calor colocando burletes.
El uso correcto de los radiadores también ahorra energía
Sea cual sea el sistema de calefacción por el que optemos, debemos tener en cuenta una serie de cosas que debemos y no debemos hacer para que su uso de los radiadores sea el correcto y no consuman más energía que la estrictamente necesaria.
Así, los radiadores que funcionan con agua es necesario purgarlos al menos una vez al año, justo antes del invierno, para que funcionen correctamente y sean lo más eficientes posible.
Los radiadores, a su vez, necesitan espacio suficiente alrededor para que el intercambio de aire caliente-aire frio sea el correcto. Por eso, no debemos colocar nada cerca de ellos, como muebles que los tapen ni debemos, bajo ningún concepto, colocar ropa sobre sus superficies.
Si en nuestra casa tenemos habitaciones vacías que no utilizamos, podemos prescindir del uso de esos radiadores, aunque también debemos asegurarnos de que esos espacios estén convenientemente cerrados y aislados del resto del hogar, para que no se acaben convirtiendo en puntos de fuga de calor.
Optimiza el ahorro energético de tu caldera
Si nos encontramos en el momento de decisión de adquirir una caldera, lo primero que debemos tener en cuenta es que, actualmente, las hay muy buenas de bajo consumo. La inversión de compra es mayor, pero, a la larga, notaremos el ahorro. Sobre en momentos como el actual, en el que se está notando tanto la subida de la luz.
Una vez tengamos la caldera instalada y en funcionamiento, es vital realizar un buen mantenimiento periódico de la misma, ya que este sencillo hábito puede suponer un ahorro de hasta el 15% en la factura de la luz. Generalmente, las operaciones de mantenimiento se realizan una vez al año, en el momento previo a la entrada del frio.
Como usuarios, debemos vigilar siempre que la presión de la caldera sea la adecuada, estando entre 1 y 1,5 bares de presión como máximo.
Otro hábito que nos puede acarrear algún disgusto en el consumo energético son los baños calientes en la bañera. Pueden resultar muy agradables en invierno, pero su consumo es muy elevado, no solo en electricidad, sino también en gasto innecesario de agua. Lo mejor es darse una ducha. Eso sí, que no sea de media hora… Y, si lo que te preocupa es el baño de los más pequeños de la casa, puedes continuar con esta rutina llenando la bañera solo hasta donde lo necesiten. Seguro que notas la diferencia.
Hay un tema al que muchas veces no le hemos prestado la atención necesaria, pero, que hoy en día se ha vuelto primordial: elegir la tarifa eléctrica correcta que más se ajuste a nuestras necesidades y consumos. Vale la pena pararse a analizar lo contratado y estudiar las ofertas actuales del mercado porque por ahí también podemos conseguir un ahorro significativo.
Aerotermia, bajo consumo y alto rendimiento
La aerotermia utiliza la energía del aire exterior para climatizar los espacios interiores. La ventaja de este sistema es que solo pagaremos por el consumo energético, ya que el aire que se extrae es gratuito. Y, lo que es más importante: procede de una fuente cien por cien renovable.
Gracias al bajo consumo energético que genera frente a los combustibles fósiles tradicionales como el gas, el gasoil, o el propano etc… la aerotermia se está aplicando con gran éxito en la climatización de edificios de oficinas, aeropuertos, cines, clínicas…
En Quorania pensamos siempre en la construcción de edificios y viviendas sostenibles, por eso contamos con aerotermia. Así, vuestro hogar será eficiente, respetuoso con el medio ambiente y disfrutaréis del mayor confort.